Y es que si nos fijamos en las modelos de las últimas pasarelas muchas de ellas tienen este hueco tan característico que hace que los muslos no se toquen, ya que tienen un arco que muestran una separación destacable entre las piernas. Esta separación de muslos hace que las piernas se vean mucho más finas y estilizadas, como las modelos de Victoria*s Secret cuyas piernas de cigüeña se convirtieron en el modelo a imitar por todas jóvenes que sueñan con un cuerpo 10.

El problema viene cuando las mujeres dejan de comer para conseguir ese efecto de delgadez, ya que esto no se consigue cerrando la boca para estar delgada en extremo, sino que es más bien un asunto de constitución corporal. En el periódico ABC, el Doctor Antonio Tapia del Hospital Quirón afirma que al provenir de la morfología del cuerpo, resulta muy peligroso querer conseguir una apariencia de modelo dejando de comer.

Sin embargo, si buscamos en Google, encontraremos multitud de consejos y pasos a seguir para poder hacernos con el "Thigh Gap", algo que puede ser muy confuso para quien lo busca.

La solución más efectiva sería la de modificar el cuerpo de una forma artificial, es decir, la cirugía estética: cada vez son más las mujeres que se someten a una operación estética para reducir grasa corporal de lugares que antes no se pedía, como es la parte interior del muslo e incluso la grasa de las rodillas. El precio de estas operaciones está entre los 3.000 y los 5.000 euros.

Con esta nueva moda, cabe preguntarse si los cánones de belleza de extrema delgadez son algo que sea verdadera belleza, porque cuando se puede poner en riesgo el estado de una persona, es preferible que los muslos se rocen a que la salud se destroce.