Cuando alguna celebrity que acaba de ser madre concede un reportaje fotográfico sobre su nueva situación, uno de los comentarios que se suele escuchar es “¡Qué bien se ha quedado después del parto!”. Ese cliché, producto de la vida irreal de los famosos, acaba afectando a la autoestima de las madres con una vida más corriente –pero tan, o hasta más, madres que otras mujeres de existencia más regalada-. Por eso las fotografías que publicó la fotógrafa Jade Beall mostrando su cuerpo tras su maternidad iniciaron una campaña espontánea en las redes sociales. 

Para muchas de esas mujeres, recuperar la figura tras el parto resulta traumático. Las consecuencias lógicas del desajuste hormonal y físico tras el embarazo y el parto hacen que reordenarse en los cánones de belleza impuestos por la moda y el papel couché sea una tortura, muchas veces una batalla perdida y, en demasiadas ocasiones, una herida profunda en la autoestima. 

Con estas imágenes, recogidas en un vídeo que pronto será un libro titulado Un cuerpo hermoso, las mujeres normales que disfrutan de una maternidad normal quieren reivindicar su feminidad. Quizá porque normal y norma son palabras parientes. Porque la belleza no es una cuestión de medidas. Y porque la maternidad es, per se, bella.

No sólo madres
Por otro lado, aunque el proyecto se centra en la maternidad, A beautiful body no se limita a observar la dignidad del cuerpo de la mujer tras el parto. Beall también quiere reflejar a mujeres que han sufrido alguna enfermedad o accidente que les ha dejado marcas o cicatrices, o incluso la extirpación de los pechos a causa de un cáncer. Con su fotografía terapéutica, la fotógrafa quiere exponer la dignidad de las mujeres que, por circunstancias diversas, tienen cuerpos ajenos al canon de belleza y que se asumen como defectuosos... Cuando no lo son.

Fuente: Lavanguardia