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El cabello está compuesto, en un 2% aproximadamente, por lípidos y grasas. “Cada uno de nuestros folículos pilosos tiene, en su raíz, una glándula sebácea”, asegura el doctor Germán Delgado de Svenson. La misión de esta glándula es la segregación continua de sebo, una sustancia compuesta por células, ácidos y grasas, cuyas funciones principales son las de mantener en condiciones óptimas el cabello y protegerlo.
Cuando estas glándulas llevan a cabo una hipersecreción de sebo, tanto el cabello como el cuero cabelludo se engrasan, provocando lo que se conoce, a nivel estético como “cabello graso” o “pelo graso”. “Este tipo de cabellos suelen caracterizarse por tener poco volumen, ser más lacios y brillantes, y acumular más fácilmente la suciedad”, comenta el doctor Delgado.
La causa más común que provoca la hipersecreción de las glándulas seborreicas suele ser hormonal, aunque también es habitual que se produzca en personas con dietas poco equilibradas, ricas en lípidos y enhidratos de carbono, “o también en personas con determinados tratamientos farmacológicos, como los hipocolesterolemiantes (reductores de los niveles de colesterol en sangre), antibióticos y diuréticos”, apunta el doctor Germán Delgado.
Además, el uso de champús no adecuados para este tipo de cabello, la contaminación ambiental u otros factores externos, pueden agravar el problema capilar. “Durante elverano y los meses de más calor”, comenta el doctor Delgado, “la producción de sebo se incrementa, por lo que hay que prestar especial atención a nuestro cabello y adaptar el uso de productos y cuidados a nuestra situación particular”.
Así, para mantener la salud del cabello resulta fundamental llevar una dieta equilibrada en la que no falten ciertas vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales para mantener el pelo sano. “El cabello crece continuamente, por lo que se convierte en un registro químico, prácticamente diario, de los alimentos que ingerimos”, recuerda el doctor Delgado.
Champús y cuidados para el pelo graso
Del mismo modo es muy importante la higiene capilar, y más en el caso del pelo graso. El cabello debe lavarse con frecuencia, pero con los productos adecuados.
En contra de lo que se pudiera pensar, no es aconsejable emplear champús con bases lavantes demasiado agresivas ni astringentes ya que, además de que se puede llegar a irritar el cuero cabelludo si se utilizan con demasiada frecuencia, se correría el riesgo de sufrir lo que se denomina “efecto rebote”, produciendo que la segregación de sebo se incremente. Lo ideal es emplear un “champú equilibrante” indicado para uso frecuente que regule el exceso de secreción sebácea, limpiando el cabello en profundidad pero sin irritar el cuero cabelludo.
En caso de cabellos medios y largos, es conveniente el uso de acondicionadores ligeros específicos para cabellos grasos a fin de evitar la deshidratación y la sequedad que puedan llegar a advertir
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