Las cremas reductoras son un producto cosmético que busca eliminar el volumen de la zona en la que sean aplicadas, para que nos veamos más deshinchadas, ligeras y con una figura realmente estética, pero… ¿Son las cremas reductoras todo lo efectivas que prometen ser?
Para empezar debemos tener en cuenta diversas cosas antes de decantarnos por una crema reductora. Evidentemente son productos estéticos útiles y de probada eficacia. Pero no podremos ver los resultados que deseamos si no ponemos un poco más de nuestra parte.
No solo vale con aplicar la crema reductora, debemos tener en cuenta una serie de pautas que comentaremos más tarde en este mismo artículo.
Habitualmente aquel paciente que desea solucionar sus problemas con cremas reductoras, es una persona que sufre un ligero sobrepeso, o tiene grasa localizada en algunas áreas, llegando a causar un anti-estético “michelin” o las llamadas cartucheras.
Las cremas reductoras, por lo general buscan eliminar la grasa, la celulitis o las imperfecciones de las zonas que más propensas son a acumular grasa.
Existen diferentes tipos: contra la piel de naranja, acción noche, regenerativas o incluso tonificantes. Debemos saber qué objetivo tenemos en nuestra lucha contra la grasa localizada para decidirnos por la más adecuada.
Consejos para que las cremas reductoras sean realmente útiles:
Evidentemente, existen una serie de recomendaciones más o menos de sentido común para que cuando deseamos utilizar este tipo de productos, pero también algunos “truquitos” que nos darán ese plus en los resultados:
Lo primero y más importante es escoger la crema adecuada. Nuestro médico, esteticien o farmacéutico nos ayudarán en esta tarea. Acudir a marcas reconocidas será siempre garantía de un producto de calidad.
Implícarse en este nuevo tratamiento contra la grasa localizada. Es importante que se sea constante y no dejar de aplicar el producto diariamente. Un rato antes de dormir puede ser el momento ideal para utilizar la crema reductora.
Aprovechar los momentos en los que la piel se encuentre más limpia. Tras salir de la ducha, es una opción si se tiene el tiempo suficiente para que el cuerpo absorba la crema. Evitar utilizar demasiada crema, debe ser una capa fina, demasiada cantidad de producto no proporcionará mejores resultados.
Ayudar al producto con dos importantes aspectos: La alimentación (variada y saludable) y el ejercicio. Podremos lograr grandes resultados si por ejemplo deseamos reducir la grasa abdominal, si además de utilizar una crema reductora, realizamos ejercicios específicos abdominales.
Tenemos que ser conscientes de las alergias o las irritaciones que ciertos componentes de estas cremas puedan despertar en nuestro organismo. No suele ser habitual, pero si se nota irritación o se observa algún efecto secundario, se debe parar el tratamiento y contactar con el especialista.
En definitiva las cremas reductoras son un gran arma para conseguir eliminar esa grasa localizada o luchar contra esa celulitis o piel de naranja que tanto deseamos erradicar de nuestro cuerpo.
Fuente: cirugiaestetica10.net
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