Los cupones descuento son una de las fórmulas promocionales en Internet que más éxito y difusión han alcanzado en este últimos tiempo. Podríamos incluso decir que estamos sumergidos en un auténtico boom que ha llevado a plataformas, comercios y consumidores a probar sus beneficios y ventajas.

Los pequeños comercios han visto en este sistema un medio accesible, fácil de usar y apropiado para lanzar sus pequeñas o grandes ofertas, dar salida a productos específicos o incentivar un determinado servicio. Se puede limitar los días de consumo y por tanto conseguir incrementar la llegada de clientes al local en fechas de baja concurrencia. Ahora bien, lo más importante para llegar a esto es que la oferta y su descuento sean lo suficientemente atractivos como para provocar que el consumidor o nuevo cliente se sienta interesado y, por tanto, se acerque al local.

En el sector de la estética y belleza los cupones descuento han encontrado un nicho interesante debido a la temporalidad del consumo y la alta competitividad del sector. Muchos también necesitan promocionar un nuevo tratamiento o ver aumentada su clientela en determinadas fechas o días concretos de la semana.

Sin embargo, esta herramienta podría estar llegando indiscriminadamente a actividades económicas donde la estrategia de cupones quizás no sea la más indicada, un 70% de descuento en un par de zapatos no es lo mismo que un descuento del 70% en una cirugía estética, éste último servicio supone un nivel de responsabilidad profesional muy alto con riesgos para la vida de un paciente, responsabilidad que podría quedar en entredicho cuando se intenta vender por volumen un servicio que se supone es individual y especializado.

Una de las principales barreras de la mayoría de plataformas que existen es que discriminan muchas ofertas y sólo publican aquellas en las que obtienen un margen de beneficio considerable, teniendo que el comercio hacer muchas veces descuentos que atentan con la rentabilidad. En muchos casos se consigue un gran caudal de nuevos clientes, a valores de tratamientos insólitos, generando una alta ocupación, baja rentabilidad, desmejoramiento en la atención, entre otros factores negativos.

Lo recomendable es ir variando las ofertas y promociones, analizar el impacto conseguido tras cada oferta y pedir asesoramiento para realizar la campaña más exitosa. Por otro lado, es fundamental tener una estrategia de retención de los nuevos clientes obtenidos, para sacar el mayor provecho. Muchos lo ven como una publicidad que se paga, con el objetivo de captar nuevos clientes.